[Extracto de la tesis, De (tecno) geomancia sonora, el paisaje como partitura, coco moya 2015-2022]
La artista Mileece, que ya hemos citado anteriormente, desarrolló uno de los primeros instrumentos que sonificaban la actividad eléctrica de las plantas. A través de este tipo de sistema se puede percibir a través del sonido la intensa actividad de las plantas, y cómo reaccionan a nuestra presencia e interacción. Ella se pregunta cómo este input aparentemente caótico puede generar patrones inteligibles, musicales, es decir, la relación entre el caos y el orden de la que hemos venido hablando. Considera estas estructuras algorítmicas basadas en una señal orgánica como un tipo de inteligencia artificial que sería comparable con un sistema de adivinación. En sus últimas obras, como la de “iOracle, dreaming in the future ancient” (2018-2020) una inteligencia artificial trata de encontrar patrones en el flujo de datos que arrojan las plantas de manera autodidacta, para poder desarrollar un lenguaje común con ellas. Al traducir a un sistema binario las respuestas de los organismos, ella asocia esta estructura a la epistemología del I Ching. La instalación invita a los participantes a realizar preguntas sobre el futuro de la biosfera, la inteligencia artificial o los humanos, al tocar 6 veces las monedas, que producen señales bioenergéticas predominantemente negativas o positivas (asignándoles valor de 0 o 1), construyendo así el hexagrama. En su trabajo, se puede ver esta estrecha relación entre la tecnología y la biosfera.
“La primera serie de piezas algorítmicas que escribí fueron esencialmente procesos deterministas que contienen elementos estocásticos. Se basaban en la premisa de programar música por computadora que no buscaba imitar otros sonidos o métodos creados acústica o electrónicamente. En particular, fue un ejercicio para restringir el número de armónicos en los tonos que, de otro modo, se manifestarían inevitablemente en el dominio acústico a través de la resonancia de objetos físicos, así como las coloraciones tímbricas de la dinámica de la habitación o el entorno. En este sentido, fue un experimento de eliminación de matices, lo que en sí mismo trae un punto interesante con respecto al elemento del caos hasta ahora discutido en la formación de la belleza; la pureza de la onda sinusoidal y nuestra afinidad natural hacia ella, propone que hay excepciones en las que lo contrario también puede ser cierto.” [XENAKIS?¿?]
Esquema del proyecto “iOracle, dreaming in the future ancient”, Mileece, 2018-2020
Esquema del proyecto “iOracle, dreaming in the future ancient”, Mileece, 2018-2020
“iOracle, dreaming in the future ancient”, Mileece, 2018-2020

“iOracle, dreaming in the future ancient”, Mileece, 2018-2020
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